Los supermercados o locales equivalentes en términos de volumen, de superficie, están sujetos a múltiples reflexiones debido a su carácter de alto consumo de energía.
Hay discrepancia entre la iluminación necesaria, fuente de calor, y las necesidades en aire acondicionado.
Además, el mobiliario refrigerante o el que procura calor crean zonas opuestas en el interior de un mismo local, y pueden moverse de un sitio a otro según las necesidades y evoluciones de los almacenes.